'El Chapo' se enfrenta a su peor escenario: Una posible cadena perpetua
El narcotraficante mexicano Joaquín Guzmán es juzgado en estos momentos en Estados Unidos.
Un jurado de siete mujeres y cinco hombres juzga en estos momentos, en Nueva York, a Joaquín 'El Chapo' Guzmán, acusado por el Gobierno de EE.UU. de narcotráfico y de mantener una empresa criminal durante dos décadas como jefe del Cartel de Sinaloa.
El juicio se lleva a cabo bajo fuertes medidas de seguridad.
El proceso arrancó el pasado 5 de noviembre con la elección del jurado, que se realizó durante tres jornadas con escenas poco habituales, como el temor a ser asesinado de algunos candidatos o el hecho de que una persona fuese rechazada para ser miembro por pedir un autógrafo de 'El Chapo'.
El jurado
Entre los integrantes del jurado, cuya edades oscilan entre 20 y 50 años, hay inmigrantes de Polonia, Etiopía y Asia, así como cuatro personas que hablan español -uno de los seis sustitutos también lo habla-, todos ellos aislados parcialmente y sometidos a fuertes medidas de seguridad, con orden del juez de no hablar del juicio.
Durante este juicio no se conocerá el nombre de los integrantes del jurado, dónde viven o trabajan, como parte de las extremas medidas de seguridad por el historial de violencia del 'Cartel de Sinaloa', que ha secuestrado, torturado y asesinado a quienes representaran una amenaza, de acuerdo con la acusación de la Fiscalía.
El capo mexicano llegó a la corte bajo extremas medidas de seguridad, desde su encarcelamiento hasta su transporte a la audiencia, y se extienden más allá para proteger a los jurados y a los testigos de una posible venganza de 'El Chapo', del que las autoridades temen que use sicarios para secuestrar y asesinar a quienes se atrevan a hablar en su contra.
Celda en solitario
Sus abogados rechazan que su cliente represente una amenaza para testigos o jurados debido a las extremas medidas de seguridad en que se le mantiene, en una celda en solitario, y según uno de sus abogados, Eduardo Balarezo, ello hace imposible que pueda tener contacto con sus allegados socios del narcotráfico.
Guzmán, de 61 años, está en el ala más segura de la Metropolitan Correctional Center en Manhattan, una de las prisiones más fiables del país, donde es mantenido 23 horas en una celda de 18 metros cuadrados donde nunca se apaga la luz, con una pequeña ventana opaca que no le permite ver el exterior.
Tampoco tiene contacto con otros presos, ni con su esposa -se le ha denegado abrazarla antes de iniciar la sesión mañana- y no sale al patio debido a su historial de haberse fugado en dos ocasiones de cárceles de máxima seguridad en México, la última de ellas a través de un túnel al que entró desde su celda.
Solo se le permite una hora para ejercitarse y una llamada mensual de 15 minutos a su madre y hermana que es escuchada por las autoridades. También se le ha permitido una Biblia y un diccionario del inglés al español.
A sus abogados tampoco se le permite contacto físico con su cliente, lo que alegan que ha sido un obstáculo para preparar su defensa, y ni siquiera con sus hijas de siete años que le han visitado ya que todo ocurre en una habitación con una pared de vidrio, desde la cual Guzmán solo puede mantener una conversación.
Algunos reos que han estado en sus mismas condiciones han calificado a la sección 10 South de la cárcel en el que se encuentra de "cámara de tortura".
EFE